Mi nombre es Feleydi, para el año 2022, mientras estudiaba el 5to año de la carrera de medicina humana, tuve el privilegio de ser seleccionada por la Facultad de mi universidad para realizar un intercambio en neurología en la Universidad de Rochester (UR) en USA. Una de las mejores experiencias que he tenido en mi formación médica y que pudo ser posible al apoyo de la UR, UNMSM, el capítulo de San Fernando de la PAMS, mi familia y mis amigos.
La Universidad de Rochester es una de las instituciones médicas más prestigiosas en el ámbito académico y la atención sanitaria en los Estados Unidos, ofreciendo acceso a tecnologías de vanguardia, prácticas médicas innovadoras y una amplia gama de especialidades. Gracias al convenio existente entre la UR y la Facultad de Medicina San Fernando (UNMSM), estudiantes como yo tenemos la oportunidad de realizar rotaciones en un entorno sumamente enriquecedor, no solo desde una perspectiva académica, sino también debido a la diversidad étnica y cultural que nos permite interactuar con pacientes, estudiantes de medicina y médicos procedentes de diferentes culturas e idiomas. Durante mi estancia, tuve la oportunidad de conocer a personas de Rusia, Brasil, Haití, Taiwán, India, Canadá, China y Pakistán, lo que amplió mi horizonte cultural y enriqueció mi experiencia de aprendizaje.
Esta colaboración entre la UR y la UNMSM brinda una experiencia única que contribuye significativamente a la formación integral de los estudiantes de medicina, fomentando la comprensión intercultural y ofreciendo una perspectiva global en el campo de la medicina.
Cada año, la sección de Intercambios de nuestra Facultad realiza una convocatoria para estudiantes que hayan culminado y aprobado el curso de medicina interna (4to año). Las universidades disponibles son:
Son 4 los seleccionados (2 por cada universidad) para realizar una rotación de al menos un mes en al menos una especialidad médica disponible en cada universidad.
*La Universidad de Rochester ofrece el programa Neuro-Pro exclusivamente.
El primer filtro será dado por los documentos que presentarás. Lo más difícil de obtener dentro de ellos serán los que acrediten experiencia en investigación, proyección social o desarrollo cultural. El certificado de inglés idealmente será uno validado internacionalmente, como el TOEFL.
RESPONSABILIDADES, APRENDIZAJE Y DESAFÍOS
Mi último día en la UR con el certificado que me otorgaron tras haber culminado satisfactoriamente mi rotación.
Los estudiantes elegidos para participar en esta pasantía nos enfrentamos a una serie de requisitos que deben ser cumplidos, entre ellos se incluye la necesidad de contar con experiencia previa en investigación, participación activa en actividades culturales y de proyección social, así como la certificación de nuestro nivel de inglés. Además, un paso importante en este proceso es someternos a una entrevista con representantes de ambas universidades para evaluar nuestras habilidades y motivación.
Aunque en principio, este proceso puede parecer sencillo, la realidad es que somos varios estudiantes compitiendo por esta plazas. Durante todo el proceso de selección, cada uno de nosotros da lo mejor de sí mismo, demostrando nuestro compromiso y la oportunidad de aprendizaje que representa esta experiencia en un entorno internacional de alto nivel.
Personalmente, mi decisión de postular fue impulsada no solo por la posibilidad de adquirir conocimientos médicos de vanguardia en un entorno académico de renombre, sino también por el aliciente de recibir una beca otorgada por el capítulo de San Fernando (PAMS). Esta beca, que cubriría los gastos de pasaje y estadía, no solo aliviaría la carga financiera para mí, sino que también representaría una oportunidad para reducir las barreras económicas que a menudo limitan el acceso de estudiantes con recursos económicos limitados a experiencias educativas internacionales de alto nivel.
Una vez recibí la noticia de mi selección para la pasantía, se abrió un proceso que implicaba cumplir con ciertos requisitos específicos exigidos por la UR. Uno de los requisitos más importantes era la obtención del "letter of acceptance", un documento esencial para iniciar el trámite de la visa, obtener el permiso para estudiar en la ciudad de Nueva York y, en última instancia, oficializar mi participación en el programa de estudio en la UR. Es fundamental destacar que sin este documento, la realización de la pasantía no sería posible.
Afortunadamente, tenía programada una cita para solicitar mi pasaporte, y mi facultad me apoyó para adelantar esta cita y asegurarme de que tendría mi pasaporte a tiempo para el proceso de visa. En cuanto al trámite de la visa, aunque inicialmente se me asignó una cita que estaba programada para después del inicio de mi rotación en la UR, el poseer el "letter of acceptance" me permitió gestionar un adelanto de cita por emergencia. Gracias a esto, en solo tres días me encontraba en la embajada, lista para la entrevista consular.
Como mencioné, el viaje para esta pasantía fue hecho posible gracias al apoyo de la PAMS, que además me proporcionaron un fondo en efectivo que recibí a través de MoneyGram una vez que llegué a Rochester. Este dinero estaba destinado a cubrir mi alimentación, lo que fue un alivio y me permitió centrarme plenamente en mi experiencia de aprendizaje.
En cuanto a la estadía, inicialmente, exploré la posibilidad de alojarme en un cuarto cercano a la universidad. Sin embargo, los costos superaban mi presupuesto, lo que me planteó un desafío. Afortunadamente, Natalia y Carlo, se convirtieron en ángeles guardianes al ofrecerme alojamiento en su hogar. Su hospitalidad y apoyo me hicieron sentir como parte de su familia y al ser peruanos me hicieron sentir como si estuviera en casa. Además, no puedo dejar de mencionar a Miluska, Alex, Hanna y Richard, quienes también abrieron las puertas de su hogar y me brindaron un refugio cálido y acogedor. Estos gestos de generosidad brindaron tranquilidad a mí y a mi familia en Perú al saber que no estaba sola en esta aventura.
Mi experiencia como estudiante internacional en la Universidad de Rochester (UR) no estuvo marcada por limitaciones, sino por una oportunidades para participar y desempeñarme plenamente. Desde el primer día, se me asignaron pacientes para examinar, estudiar y presentar durante las rondas de visita. Esta oportunidad fue aún más significativa para mí debido a que gran parte de mi formación médica previa se había realizado de forma virtual, lo que había limitado mi experiencia con pacientes reales.
Durante mis primeras semanas en la UR, Su y Ernesto jugaron un papel fundamental en mi adaptación. Ambos me brindaron apoyo y me acogieron como a un estudiante de medicina más, compartiendo sus conocimientos y experiencias. Su, originaria de China pero con una larga trayectoria en los Estados Unidos, comprendió la sensación de estar inmersa en un nuevo idioma y entorno. Por su parte, Ernesto, un estadounidense con raíces peruanas y un dominio excepcional tanto del español como del inglés, me recibió con amabilidad y siempre estuvo dispuesto a ayudar en caso de dificultades.
Mi primera semana la consideré como un período de adaptación, durante el cual me enfrenté a varios aspectos que influyeron en mi percepción de la medicina. Me di cuenta de la frecuente utilización de frases y acrónimos específicos del vocabulario médico en la comunicación cotidiana, como "FTN" (finger to nose) en la evaluación neurológica.
Las primeras diferencias que experimenté no se centraron en la tecnología médica o el sistema de salud, como habría esperado, sino en la dinámica de las relaciones entre los estudiantes, residentes, asistentes médicos y el personal de salud en el hospital. Lo que más me sorprendió fue la relación horizontal y la confianza que imperaban en este entorno. La predisposición constante a ayudarse y enseñarse mutuamente.. Aquí, no solo importaba el aprendizaje académico, sino también cómo te sentías como parte del equipo.
Recuerdo con especial cariño a Max, el residente jefe del área de Stroke. Él, junto a Ernesto, Su y yo, sostuvo una conversación privada para explorar cómo nos sentíamos ante las demandas diarias y si necesitábamos algún apoyo adicional para facilitar nuestro aprendizaje. Este enfoque en el bienestar y la formación integral de los estudiantes era un contraste notable con lo que estoy acostumbrada a ver en Perú, donde los residentes no suelen estar tan involucrados en la educación médica de los estudiantes.
Además, el programa Neuro Pro destacó por permitir que los doctores asistentes durante la rotación hablaran también en español. El Dr. Risco, la Dra. Valdovinos y el Dr. Lizarraga, quienes fungieron como assistants durante mi rotación, fueron un apoyo constante y siempre estuvieron dispuestos a enseñarme. Su dedicación y atención para asegurarse de que tuviera la mejor experiencia posible en Rochester no tienen precio, y no tengo palabras suficientes para expresar mi gratitud por su amabilidad y compromiso.
La responsabilidad que se les otorgaba a los estudiantes en la UR fue uno de los aspectos más destacados de mi experiencia. Desde el amanecer, nuestra rutina comenzaba con la llegada al hospital antes de las 7 de la mañana, listos para evaluar a los pacientes que se nos habían asignado. Esta tarea incluía la toma de la historia clínica y el examen físico. A continuación, nos reuníamos en las rondas médicas para discutir cada paciente asignado. Posteriormente, íbamos uno por uno, acompañados de los asistentes médicos y residentes, para corroborar nuestras observaciones y discutir los planes de tratamiento con los pacientes y sus familiares. Después de las rondas matutinas, teníamos tiempo para el almuerzo antes de las actividades académicas que podían consistir en conferencias o presentaciones de casos con otros estudiantes.
Las tardes se dedicaban nuevamente a las rondas médicas, donde repasábamos el progreso de nuestros pacientes y evaluábamos sus resultados. Esto implicaba un nuevo examen de los pacientes antes de las rondas de la tarde. Personalmente, considero que esta inmersión activa en la atención al paciente es la mejor forma de aprender, ya que nos prepara de manera efectiva para el rol que desempeñaremos como profesionales. Comparando esta experiencia con la formación médica en Perú, noté una diferencia sustancial. En Perú, los estudiantes a menudo no tienen un papel tan activo hasta el último año de internado, lo que puede resultar estresante debido a la falta de experiencia previa en interacción directa con pacientes.
Mi rutina diaria generalmente comenzaba a las 6 de la mañana, ya que necesitaba tiempo adicional para ubicar a mis pacientes en el Hospital de Rochester. En varias ocasiones, tuve que pedir ayuda para encontrar ubicaciones específicas en el hospital. Otro desafío al que me adapté con el tiempo fue el uso del sistema de e record, que albergaba toda la información del paciente, incluyendo resultados de exámenes en tiempo real, informes de interconsultas, notas de los residentes y una gran cantidad de datos importantes.
La pasantía en la Universidad de Rochester ha dejado una huella profunda en mi formación médica y me ha inspirado en mi futuro profesional. En primer lugar, he fortalecido mi confianza en mis habilidades clínicas. La oportunidad de interactuar directamente con pacientes desde el principio y la responsabilidad que se me otorgó en la evaluación y el cuidado de los pacientes ha sido invaluable.
Además, he presenciado de primera mano el compromiso constante con la excelencia en la atención al paciente y la búsqueda incesante de conocimientos médicos por parte de los profesionales en la UR. Esto ha avivado mi deseo de continuar aprendiendo y contribuyendo de manera significativa al campo de la medicina. La experiencia de vivir y estudiar en el extranjero también ha alimentado mi ambición de buscar oportunidades similares una vez que haya completado mi carrera médica. Me ha demostrado que el mundo de la medicina es verdaderamente global, y la posibilidad de estudiar en el extranjero me brindaría una perspectiva enriquecedora. Además, he establecido conexiones valiosas con colegas y mentores en Rochester que me han alentado a perseguir oportunidades internacionales en el futuro.
Finalmente, agradezco profundamente a todas las personas que me permitieron disfrutar de esta aventura.